La intimidad de la designación de Santilli, la apuesta a la épica y el regreso del “Sí se puede”

Diego Santilli sabía desde hace una semana que tenía que estar preparado para pasar de tercero a cabeza de lista de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. De actor de reparto a protagónico, en cuestión de días.
Las denuncias contra José Luis Espert se acumulaban, el escándalo por sus vínculos narcos crecía exponencialmente y él mismo se encargaba de embarrar más el tema con cada aparición en los medios.
El límite de paciencia dentro del Gobierno se fue corriendo. El tuit de Espert el jueves a la medianoche, admitiendo haber cobrado US$ 200.000 de una empresa ligada a Fred Machado, pareció ser la última bocanada del todavía candidato para sobrevivir.
Pero hubo más. El viernes se reunió con Javier Milei en Olivos y le presentó la renuncia, que el Presidente no aceptó, más allá de la sugerencia de la mayor parte de su gabinete.
La última chance fue el sábado, en una entrevista con Radio Mitre en la que Espert rompió en llanto y tampoco despejó dudas. El domingo después del mediodía se tomó la decisión de correrlo y de que fuera él mismo quien lo comunicara a través de sus redes sociales. Santilli, de inmediato, salía del banco de suplentes y entraba a la cancha como titular, capitán y encargado de remontar una elección que se perfila como casi imposible de recuperar.
Santilli ya tenía decidido dar el sí antes de que lo llamaran. Si bien nunca dejó el PRO, su paso a La Libertad Avanza lo está gestando desde hace meses e iba más allá de un ofrecimiento de encabezar una boleta que Milei ya tenía destinada para Espert.
Durante el domingo, quienes le comunicaron al “Colo” que encabezará la boleta libertaria fueron Karina Milei y Santiago Caputo, las otras dos patas del Triángulo de Hierro que también integra Javier Milei.
El Presidente le tiene un afecto especial a Santilli, pese a haberlo cuestionado abiertamente en la campaña de 2023, cuando fue candidato de Juntos por el Cambio. Junto con Cristian Ritondo son los dirigentes del PRO que considera prácticamente de su riñón.
Fuentes inobjetables aseguran que fue el diputado el que le avisó a Mauricio Macri, su jefe histórico dentro del PRO, que le habían ofrecido encabezar la Boleta Única Papel del espacio violeta.
El ex presidente, no obstante, ya había dado el aval para que eso pasara en la reunión que había tenido con Milei y con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el viernes por la tarde en Olivos.
Su relación con Macri, incluso con idas y vueltas, siempre fue positiva. Santilli es, en general, un dirigente bien considerado por la mayoría de los integrantes del círculo rojo: le valoran el manejo de códigos y su perfil dialoguista. Todo lo contrario a Espert.
Las últimas encuestas que llegaron a diferentes despachos oficiales muestran que el escándalo Espert tuvo un conocimiento del 95%, que la imagen negativa de Milei en la provincia de Buenos Aires supera el 60% y que, de no bajarse el economista a su candidatura la derrota frente al kirchnerismo hubiera sido por entre 18 y 20 puntos de diferencia.
Con las tres semanas de campaña que quedan por delante, Santilli tendrá el desafío de ir reduciendo el daño. En sus recorridas, que iniciará por Mar del Plata este martes, tratará de lograr encajar en el votante libertario desencantado con Espert, pero también en la gran porción de electorado de Juntos por el Cambio que, creen en el Gobierno, o no fue a votar en las elecciones locales de septiembre, o directamente modificó su sufragio.
Se le dará toda la épica posible a la campaña, con la intención de revivir de algún modo el “Sí se puede” con el que Mauricio Macri intentó revertir la derrota categórica de la PASO 2019. Si bien perdió las generales con Alberto Fernández, la remontada fue muy grande en términos de votos.
El antecedente de 2021 ilusiona al Gobierno, aunque la elección sea bien diferente. En aquel momento Santilli lideró la boleta cambiemita en la provincia de Buenos Aires con la que le ganó a Victoria Tolosa Paz, la candidata de todo el peronismo unido.
A la espera de la confirmación de la justicia electoral, en la Rosada están convencidos de que se confirmará a Santilli como cabeza de lista y que se reimprimirán las boletas, quitando a Espert de la misma y subiendo al dirigente del PRO al primer lugar.
El costo, por más alto que sea, no preocupa. “Kicillof gastó $ 85.000 millones en desdoblar la elección bonaerense, mirá si no vamos a gastar $ 15.000 millones para intentar revertir esto”, es el argumento que esboza una fuente y que comparten, en general, casi todos los actores centrales del espacio libertario.
Fuente: www.clarin.com